Laboratorio del color.
CEINA; Centro de extensión del Instituto Nacional
Santiago de Chile.
2023




Laboratorio del color investiga al color como una experiencia, un puente entre lo interno (percepción visual - experiencia) y lo aparentemente externo (paisaje, contexto). De esta forma, el color varía según quien observa, dependiendo de cada situación natural - cultural. Se somete al color a un tratamiento de proceso o laboratorio, ocupando diferentes medios que requieren de medida y tiempo.


Esta exposición-laboratorio consiste en una invitación a investigar el color en tanto fenómeno científico, el “color en sí” (Newton), como en su inestabilidad considerando la experiencia y percepción de quien observa (Goethe). El laboratorio se despliega en sala como un gran mapa de formas y cierta información recopilada durante los últimos años de experimentos. Para ello la artista Sofía Nercasseau ha tomado elementos de la óptica, la física, la poesía y la etimología. “El color es un elemento conector entre los cuerpos que observan y sus entornos. Este ha sido un factor determinante para la aparición y desarrollo de las especies en la Tierra”, escribe la artista.

Este laboratorio nos enseña a mirar con las manos. Se asocia aquí la luz con la materia que la refleja. El nacimiento del color a partir de los encuentros entre luz y oscuridad. El desarrollo de esta sensibilidad visual consiste para esta artista en explorar y contrastar imágenes, materiales y teorías, todo ello puede construir una mirada. Esta investigación no tiene que ver necesariamente con la producción de una “obra” en específico, sino con ensayar un “laboratorio de la mirada” que se pone a disposición común.

En la actualidad nuestra percepción del color ha vuelto a mutar con la interacción cotidiana en pantallas con pixeles, puntos de color que a su vez se forman por franjas RGB. El medio digital genera nuevos colores pues modela subjetividades. La percepción del “usuario” es distinta a la de quien trabaja en la imprenta o con pigmentos materiales. Cuando salimos del monitor, en estado de hipnosis o aturdimiento, intentamos reconocer los colores de la ciudad o más bien, ponemos a prueba los colores de nuestro entorno con la rémora visual que mantenemos de las franjas RGB.
Los colores se abren y pueden contar historias. La exposición conforma un recorrido por distintos medios artísticos: fotogramas, cerámicas, palabras, soportes editoriales, dibujos, video, pinturas, objetos escultóricos. A través de ellos, la artista produce distintas imágenes.

Experimenta con los tiempos de exposición de soportes a la luz o al calor, con cuerpos lumínicos como monitores y proyecciones, y con las post-imágenes, el ilusionismo, espectros y los efectos ópticos. La artista, además, investigó la percepción de otros animales e insectos.

Posiblemente su propia percepción ha aprendido de esas otras formas de ver.

Laboratorio del color se acerca a una comprensión del color más diversa, amplifica la experiencia de observar y cuestiona las nociones preconcebidas o “científicas” sobre los colores. Este despliegue de múltiples medios e imágenes nos propone aprender/desaprender sobre los colores como experiencia cotidiana y expandir la conciencia sobre la percepción visual más allá de la especie humana.

Francisca García